lunes, 26 de mayo de 2008

Así se veía mi hija Mercedes en 1998

AUTORRETRATO
(Por Mercedes Hernández)

" Por mi parte, soy o creo ser fina de nariz, exagerada de ojos, débil de pelos en la cabeza, deprimida de abdómen, disconforme de estatura, pequeña de huellas, pálida de tez, catarata de palabras, adversaria de los números, desafiante al andar pero tímida de corazón, aficionada al invierno, la lluvia, los secretos, vagabunda de arenas, esqueada de la pólitica y la injusticia, más que amiga de mis amigos, ¡qué son los amigos?, natural en casa, natural en salones, arrepentida ocasional, abandonada de horarios, selectiva en el desembolso, partidaria del mate, habitué de Mc Donalls, amante del color violeta, las cerezas, el número veintisiete, rival de las migas en la manteca, fanática de los panqueques con dulce de leche, el helado, investigadora de vidrieras, usuaria permanente de colectivos y trenes, incansable a orillas del mar, seducidad por las películar para llorar, rápida de contestaciones, libre durante el año, acorralada a la hora de los exámenes, cómplice de mi mamá, defensora de mis hermanos, pendiente de mi papá, marmota para dormir, demostrativa en la alegría, amante del ocio, desordenada en mis dominios, valiente según las circunstancias, chusma de vocación, positiva por empecinamiento y soñadora por naturaleza."

PD: Ahora Ñati (abuela), ya vas a tener qué decir cuando te pregunten cómo es tu nieta menor.

Cuando escribió esto tenía dieciseis años, hoy sigue siendo igual por suerte para el mundo sólo que ahora es vegetariana.

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